Aunque parezca mentira, sí es cierto que muchos hombres quieren sentirse cornudos y ver a sus novias o esposas mamando la polla de otro tipo, y por supuesto, también follando. Pero hay algunos para los que esto es demasiado. Ese es el caso de Raúl y Rebeca, él pierde los nervios y se enfada mucho, mucho, porque segun él, ella pone demasiado entusiasmo en la mamada. Vamos que se monta el lío padre y se marcha, ella ni se inmuta, se quiere comer esa gran polla y sentirla dentro de sí misma. Dicho esto, un consejo, la primera vez que quieras ponerte a prueba como cornudo, no lo hagas ante la cámara.